CONVIVENCIA CUADRILLA DE COSTALEROS DEL STMO. CRISTO DE LA CONVERSIÓN
Amigos todos, el próximo día 4/ Noviembre/ 2011 tendrá lugar la convivencia de la cuadrilla del Stmo. Cristo de la Conversión en nuestra Capilla siguiendo el siguiente esquema:
- A las 20,30 Misa anual de difuntos de nuestra Hermandad de Montserrat.
- Sobre las 21,15 h. tendremos una mesa/coloquio sobre " La evolución del fenómeno costaleros/hermanos desde sus inicios a la actualidad ", en la que participarán algunos componentes de nuestra cuadrilla con perfiles de edad y experiencia variada, y en la cual actuaré como moderador. Ni que decir tiene que, al ser un coloquio abierto, todos los asistentes tendrán la oportunidad de manifestar su parecer sobre los temas que se traten.
- Una vez finalizada la mesa se abrirá el ambigú de la Hermandad para continuar nuestra convivencia tomando una copa.
José Vargas Spínola.
Cualquier cosa que se os ofrezca al respecto, podéis comunicársela a Sergio García Cortínez, el cual sigue siendo nuestro " Diputado de festejos ".
sábado, 29 de octubre de 2011
domingo, 9 de octubre de 2011
Poco a Poco... Con Rafa "Torres"
Hola a todos;
Me pide nuestro capataz, José Vargas, que participe en esta sección de nuestro blog y, como no podía ser de otra manera, acepto, no sin antes advertirle (y os advierto) que no soy buen escritor…
Corría el año 1998 cuando me ajusté por primera vez un costal para meterme bajo las trabajaderas de un paso “de Semana Santa”. Antes, como la mayoría de nosotros, varios pasos de gloria y cruces de mayo. Recuerdo con muchísimo cariño ese pasito de Cruz de Mayo que nos hizo mi padre y donde la chicotá que pegábamos delante del jurado del concurso, se convertía en nuestra particular entrada en Campana.
Como decía, en el año 98 debuto bajo el Cristo de las Aguas, a las órdenes de Salvador Perales. Al año siguiente, Javier Díaz Espinosa (contraguía por aquel entonces del Cristo de la Hermandad del Arenal) me lleva al palio del Dulce Nombre, donde él salía de costalero. Tuve la suerte de entrar en la cuadrilla al primer intento. El año siguiente, además de en las hermandades anteriores, saco el palio de la Virgen de la O. Vaya cuadrilla con solera y todo lo que me enseñó… Era mi tercer año bajo un paso y estaba en plenas capacidades físicas (20 años)… tanto que casi ni me pesó…
Al cuarto año me vengo a Montserrat (avatares del destino) y también tengo la inmensa fortuna de entrar en la cuadrilla el primer año. Sexta trabajadera, con José Ramón Rodríguez Gautier al frente y con unos compañeros fantásticos, los cuales, muchos de ellos, aún tenemos la suerte de contar con su presencia cada Viernes Santo (Jesús Castillero, Miñagorri, Valencia, Berlanga, Parra, Carlitos Marín, Diego Carrasco,… y muchos más).
Durante once años, he salido de costalero, además de en los pasos anteriormente nombrados en el misterio de la Bofetá, el palio de la Amargura, en la Virgen de Guadalupe y en el Señor de los Gitanos. Once años hasta que una lesión en las cervicales hizo que, en contra de mi voluntad, tuviera que retirarme. Sin duda, la chicotá que más “leña” me ha dado.
No os cuento todo esto de forma banal. Debajo de estos pasos he disfrutado, sufrido y, sobre todo, aprendido mucho. Hasta el último día estuve aprendiendo. Todos los días se aprende algo nuevo y, además, te lo puede enseñar aquel costalero o capataz que lleva en esto más tiempo que la parihuela o el chaval que acaba de entrar el primer año. Os pido que seáis humildes, sacrificados y honestos en el trabajo y que disfrutéis apasionadamente con lo que hacéis y, no sólo el Viernes Santo, sino en cada ensayo, en cada chicotá. A mí me llegó la hora de guardar el costal mucho antes de lo que yo hubiera querido, pero a día de hoy aún doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de disfrutar como lo he hecho estos años, de vivir experiencias únicas y de conocer gente maravillosa.
Mi sueño ahora es llegar a ser capataz. No sé si llegaré a conseguirlo o no, pero no me equivoco, seguro, si os digo que me estoy rodeando de la mejor gente posible para poder conseguirlo. Pope, Lima, Moreno y cómo no, José Vargas. Él me dio la oportunidad de entrar en su equipo y, al igual que os he dicho anteriormente, pienso disfrutar y aprender en cada chicotá que demos. Mejor maestro no puedo tener.
Dentro de pocos días, tendremos la oportunidad de reunirnos todos y antes de que nos demos cuenta ya estaremos “en el lío”. Recordad: disfrutad.
Un fuerte abrazo a todos
Vuestro amigo, Rafa
Me pide nuestro capataz, José Vargas, que participe en esta sección de nuestro blog y, como no podía ser de otra manera, acepto, no sin antes advertirle (y os advierto) que no soy buen escritor…
Corría el año 1998 cuando me ajusté por primera vez un costal para meterme bajo las trabajaderas de un paso “de Semana Santa”. Antes, como la mayoría de nosotros, varios pasos de gloria y cruces de mayo. Recuerdo con muchísimo cariño ese pasito de Cruz de Mayo que nos hizo mi padre y donde la chicotá que pegábamos delante del jurado del concurso, se convertía en nuestra particular entrada en Campana.
Como decía, en el año 98 debuto bajo el Cristo de las Aguas, a las órdenes de Salvador Perales. Al año siguiente, Javier Díaz Espinosa (contraguía por aquel entonces del Cristo de la Hermandad del Arenal) me lleva al palio del Dulce Nombre, donde él salía de costalero. Tuve la suerte de entrar en la cuadrilla al primer intento. El año siguiente, además de en las hermandades anteriores, saco el palio de la Virgen de la O. Vaya cuadrilla con solera y todo lo que me enseñó… Era mi tercer año bajo un paso y estaba en plenas capacidades físicas (20 años)… tanto que casi ni me pesó…
Al cuarto año me vengo a Montserrat (avatares del destino) y también tengo la inmensa fortuna de entrar en la cuadrilla el primer año. Sexta trabajadera, con José Ramón Rodríguez Gautier al frente y con unos compañeros fantásticos, los cuales, muchos de ellos, aún tenemos la suerte de contar con su presencia cada Viernes Santo (Jesús Castillero, Miñagorri, Valencia, Berlanga, Parra, Carlitos Marín, Diego Carrasco,… y muchos más).
Durante once años, he salido de costalero, además de en los pasos anteriormente nombrados en el misterio de la Bofetá, el palio de la Amargura, en la Virgen de Guadalupe y en el Señor de los Gitanos. Once años hasta que una lesión en las cervicales hizo que, en contra de mi voluntad, tuviera que retirarme. Sin duda, la chicotá que más “leña” me ha dado.
No os cuento todo esto de forma banal. Debajo de estos pasos he disfrutado, sufrido y, sobre todo, aprendido mucho. Hasta el último día estuve aprendiendo. Todos los días se aprende algo nuevo y, además, te lo puede enseñar aquel costalero o capataz que lleva en esto más tiempo que la parihuela o el chaval que acaba de entrar el primer año. Os pido que seáis humildes, sacrificados y honestos en el trabajo y que disfrutéis apasionadamente con lo que hacéis y, no sólo el Viernes Santo, sino en cada ensayo, en cada chicotá. A mí me llegó la hora de guardar el costal mucho antes de lo que yo hubiera querido, pero a día de hoy aún doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de disfrutar como lo he hecho estos años, de vivir experiencias únicas y de conocer gente maravillosa.
Mi sueño ahora es llegar a ser capataz. No sé si llegaré a conseguirlo o no, pero no me equivoco, seguro, si os digo que me estoy rodeando de la mejor gente posible para poder conseguirlo. Pope, Lima, Moreno y cómo no, José Vargas. Él me dio la oportunidad de entrar en su equipo y, al igual que os he dicho anteriormente, pienso disfrutar y aprender en cada chicotá que demos. Mejor maestro no puedo tener.
Dentro de pocos días, tendremos la oportunidad de reunirnos todos y antes de que nos demos cuenta ya estaremos “en el lío”. Recordad: disfrutad.
Un fuerte abrazo a todos
Vuestro amigo, Rafa
Suscribirse a:
Entradas (Atom)