Quizás alguno que no conozca nuestra cuadrilla ha podido
pensar que me estoy volviendo "majara" o que al menos estoy
desvariando.
Pues no, ni una cosa ni otra. Los que formamos parte de
nuestra cuadrilla sabemos que hace ya muchos años, un compañero de la primera
trabajadera tuvo la simpática y ocurrente idea de colocar un testigo en la
delantera del paso de ensayos, que diera fé del devenir de nuestra gente y de
nuestro trabajo. Así es como llegó "Dino" a nosotros.
Poco a poco, sus cabeceos comenzaron a ser cada vez más
finos, y hasta a algunos nos parece ver que cuando las cosas salen un poco
torcidas durante los ensayos, a nuestro Dinosaurio amigo se le frunce el ceño
en señal de "mosqueo".
Son muchas las personas a las que ha llegado a conocer
nuestro "Dino", y seguramente hoy en día se sentirá muy contento
porque lleva ya bastante tiempo viendo, año tras año, que las caras se repiten,
que la cuadrilla se renueva lo justo, y eso es señal inequívoca de que el grupo
está cada vez más compacto, más unido y compenetrado.
Y esas son las cosas que hacen que el mudo "Dino"
se sienta orgulloso de esperar todo un largo año en la soledad de la calle
Aniceto Sáenz la llegada de sus "protegidos humanos".
Se pone muy feliz, moviendo su larga cola, cuando ve a
su "gente" trabajando por derecho y esforzándose por hacer las cosas
bien hechas. Disfruta con verme relajado, seguro y henchido de
satisfacción comandar nuestra fría parihuela por la antigua calle Rubio al
compás de sones de Triana.
Pero también "Dino" lo pasa mal cuando ve que algo
se sale de los cánones clásicos y de la antigua escuela. Esa es la razón por la
que su hocico se retuerce cuando ve costales estrechos que no bajan a su
sitio.... o costales que tapan los ojos y que fuerzan posturas que pueden ser
dañinas para su gente.... o cuando en alguna levantá hay algún
"despistadillo" que después de recibir el paso se queda de
puntillas....o cuando en una revirá la parihuela serpentea por no
marcar el paso durante ella....o cuando en la revirá siguiente no se le va
ganando un poco y el paso se descompone......."cosillas" que
casi nunca pasan, pero que no le gustan nada a nuestro "testigo de color
verde".
Ya va quedando menos para que nuestro fiel amigo de
"cuello largo" vea abrirse las puertas de "su casa" cercana
al Pumarejo y comience a ver entrar a la gente alegre, responsable, ilusionada
y de gran oficio....a su cuadrilla "maciza" del misterio de la Hermandad de Montserrat.
Y en todos y cada uno de nosotros está, que nuestro amigo
"Dino", ese viejo dinosaurio, nunca tenga que fruncir el ceño ni
retorcer su hocico, porque de otras cosas no sabrá el animalito, pero de
Cofradías sabe ¡¡ TELA MARINERA!!.
Años tiene para eso y para más.........
José Vargas Spínola. Octubre 2013.