Para el cierre del curso de este año debido al paréntesis
que solemos hacer por el verano, recibimos la visita en nuestro blog de una
persona entrañable para mí y con el que guardo una gran amistad desde hace
muchísimo tiempo.
Nos conocimos siendo él costalero y yo contraguía de nuestra cuadrilla, en una época en la que pertenecer al colectivo costalero era algo muy distinto a lo que es ahora. Una época de descasez de peones, de grandes sacrificios, y en la que a pesar de las adversidades, muchos descubrimos el sabor dulce del "veneno del costal".
Mi amigo Moreno ( Melli para los antiguos de Montserrat ), llega a nuestra cuadrilla de la mano de su hermano mellizo ( de ahí le vino el apodo ), y desde un primer momento se entregó en cuerpo y alma a esta, su cuadrilla, y a los amigos que encontró en ella, especialmente por el capataz que le brindó su pertenencia aeste noble grupo de hombres, su buen amigo Ramón Castro "El Caña".
Ya en la época de José Ramón como capataz, siendo yo segundo, en la miles de conversaciones que manteníamos, Moreno me comentó su ilusión y afición por el "mundo de afuera", y sin dudarlo un momento abogué por él a mi primero para que fuera nombrado contraguía. José Ramón no lo dudó un instante, y cuando tuvo la primera oportunidad lo sacó de abajo para formar parte de su equipo.
Como no podía ser de otra forma, en el momento que pasé a tener la titularidad del martillo, Moreno pasó a formar de mi equipo de confianza por sus conocimientos y valores, entre los que destacaría su fidelidad, entrega y continua colaboración tanto conmigo como con todo lo concerniente con su cuadrilla.
A su colaboración escrita, nuestro amigo no le ha puesto título, pero yo me voy a permitir ponerle una frase que, a mi juicio, define a la perfección a su autor:
Nos conocimos siendo él costalero y yo contraguía de nuestra cuadrilla, en una época en la que pertenecer al colectivo costalero era algo muy distinto a lo que es ahora. Una época de descasez de peones, de grandes sacrificios, y en la que a pesar de las adversidades, muchos descubrimos el sabor dulce del "veneno del costal".
Mi amigo Moreno ( Melli para los antiguos de Montserrat ), llega a nuestra cuadrilla de la mano de su hermano mellizo ( de ahí le vino el apodo ), y desde un primer momento se entregó en cuerpo y alma a esta, su cuadrilla, y a los amigos que encontró en ella, especialmente por el capataz que le brindó su pertenencia aeste noble grupo de hombres, su buen amigo Ramón Castro "El Caña".
Ya en la época de José Ramón como capataz, siendo yo segundo, en la miles de conversaciones que manteníamos, Moreno me comentó su ilusión y afición por el "mundo de afuera", y sin dudarlo un momento abogué por él a mi primero para que fuera nombrado contraguía. José Ramón no lo dudó un instante, y cuando tuvo la primera oportunidad lo sacó de abajo para formar parte de su equipo.
Como no podía ser de otra forma, en el momento que pasé a tener la titularidad del martillo, Moreno pasó a formar de mi equipo de confianza por sus conocimientos y valores, entre los que destacaría su fidelidad, entrega y continua colaboración tanto conmigo como con todo lo concerniente con su cuadrilla.
A su colaboración escrita, nuestro amigo no le ha puesto título, pero yo me voy a permitir ponerle una frase que, a mi juicio, define a la perfección a su autor:
" COSTALERO DE MI CRUCIFICADO......POR SIEMPRE".
José Vargas Spínola. Junio 2013
Yo, al contrario de muchos de ustedes, no tengo referencias
familiares que me acercaran al mundo de las cofradías y mucho menos al mundo
del costal Mis padres nos llevaban el Domingo de Ramos a la Plaza Virgen de los
Reyes,yde el Viernes Santo a ver la Macarena “barrio donde nací”, pero nada me
hacía pensar por aquel entonces que un día yo sería uno de esos hombres, que
veía salir de los pasos llenos de sudor y porque no decirlo de orgullo “no
todos iban por el dinero” y que después tuve la suerte de conocer.
Yo llegue a nuestra Hermandad de la mano de mi hermano
gemelo, algunos de los antiguos todavía me dicen “Melli”,y allí encontré un
hombre con una capacidad de trabajo increíble, mi amigo .D. Ramón Castro.
Fueron años malos, muy malos, de arrastrar los zancos desde
Rioja hasta la entrada, pero los más cabezones volvíamos la siguiente cuaresma.
Desde que empecé en esto, he trabajado algunas cofradías, tranquilos no contare
batallitas de costalero viejo, y de todas ellas solo dos son las que mas me
atrajeron: Montserrat y la Amargura. Éste fue el último paso que trabajé .
De todos los capataces con los que tuve la suerte de
trabajar aprendí , más de unos que de otros, pero solo nombraré a dos, por lo
que significan en mi vida como costalero, M. Villanueva y José Vargas.
Del primero aprendí este vbendito oficio y cómo se debe
andar con un misterio. En ese paso, lo digo con orgullo, me cuajé como
costalero.
De nuestro querido capataz he aprendido mucho más; un buen
capataz no solo debe saber igualar y mandar un paso. Pepe tiene muchas virtudes
como capataz pero los que lo conocemos un poco sabemos que tiene más como
persona, y no es peloteo. Sé de muchos que presumen de cuadrilla sin
importarles lo mal que se pasa debajo en algunos momentos.
De los costaleros con los que trabajé no quiero destacar a
nadie, siempre te encuentras con buena y mala gente.No puedo comparar lo que
hay ahora con lo que yo me encontré cuando empecé, son momentos y épocas
diferentes. Hoy los pasos en general van mejor que antes, pero las circustancias
eran otras ,poca gente debajo de los pasos,capataces que también estaban
aprendiendo, pero eso sí, tremendas ganas de aprender de gente que sabía mucho
de esto.
De las que aprendí el respeto por los demás y lo más
importante: debajo todos somos o deberíamos ser iguales, no creermos
protagonistas de la Semana Santa .Esto lleva 500 años y estará aquí después de
nosotros.
Podría contar alguna anécdota pero prefiero hablar antes que
escribir,como habréis podido comprobar. No puedo dejar de decir lo que ha
significado para mi todos estos años pertenecer a esta cuadrilla de amigos y a
esta Hermandad por la cual he llegado a estar más cerca de Cristo y de las
personas.
Gracias a todos los que de una forma u otra me ayudaron a
ser costalero, y a Pepe por darme la oportunidad de ser contraguía y seguir
perteneciendo a esta gran cuadrilla de amigos.AH... Y NO HACERME CHILLAR
Francisco Javier Moreno Duque. Junio 2013
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