A pocos días de nuestra igualá, se asoma a nuestro blog un
componente de la segunda trabajadera de esta cuadrilla, nuestro compañero y
amigo Mané Amores.
Mané se acercó a nosotros a través de unos amigos suyos que
trabajaban ya nuestra cofradía y quedó gratamente sorprendido del ambiente que
percibió, y desde entonces nos acompañaba en nuestras citas hasta que le llegó
su momento, del cual me siento enormemente satisfecho .
Es Amores una persona con sus ideas muy claras sobre el
oficio costalero, mostrando siempre su compromiso y entrega a favor del buen
caminar de las cuadrillas con las que trabaja.
Cuando le pedí su colaboración para este blog, Mané no lo dudó
un instante y se puso manos a la obra, reflejando en su escrito la
espontaneidad y la pasión que siente por este grupo al que tanto cariño le
tiene, su cuadrilla del Stmo. Cristo de la Conversión.
Os aconsejo que leáis despacito su colaboración porque tiene
un jugo y un sabor muy especial.
Desde aquí quiero transmitirle mis felicitaciones por su
próxima paternidad, la cual le colmará de felicidad, pidiéndole al Señor de la Conversión que les
colme de bendiciones.
José Vargas Spínola. Febrero 2014
Y llegó Febrero.........
Cuando nuestro queridísimo capataz Pepe me propuso la idea
de hacer un “poco a poco” para el blog me vine arriba, me senté en la oficina y
me puse a escribir, lo primero que mis dedos iban tecleando sobre lo que siento
ahora mismo. Y siento que nos veremos todos en breve, que ya es hora. Y tengo
muchas ganas de que llegue el día. No sabía muy bien cómo empezar porque como
os digo, lo mío es puro sentimiento.
Y llegó Febrero.
Y cuando no es Febrero es Enero. Pero cuando quiera que sea,
llegó. Y llegó con su citación de igualá correspondiente, esa que cuando ves el
sobre ya sabes lo que hay dentro y lo que conlleva. Esa carta que implica un
cosquilleo en el estómago que… que qué os voy a contar a vosotros.
Y es que ese cosquilleo es tan importante. Porque ese
cosquilleo es ilusión, la ilusión son ganas, las ganas son esfuerzos, los
esfuerzos trabajo y el trabajo es lo que nos está llevando a ser la cuadrilla
que somos. O que estamos siendo ya que, como yo lo entiendo, estamos en
constante evolución, cuando creamos que hemos llegado al tope, nos habremos
equivocado. Hay una cosa que es lo primero que se me viene a la cabeza cuando
pienso en nuestro capataz y en nuestra cuadrilla: Humildad. Es lo que más
valoro de ésta cuadrilla, la humildad. Gracias a Dios tengo la dicha de sacar
otros pasos con otras cuadrillas, cada uno tiene sus cosas, buenas y malas,
pero la humildad de ésta cuadrilla es única. Al menos de lo que yo conozco, y
las comparaciones son odiosas, pero no se puede faltar a la verdad.
Bueno, y la capacidad de sacrificio. Hace días estuve
hablado con algún miembro de la cuadrilla del famoso “ensayo bajo la lluvia”
del que hablo y comento con orgullo. ¡Qué capacidad de sacrificio se demostró
ahí! Había que hacerlo bien costara lo que costara, y se hizo, y costó. Y los
compañeros de la mal llamada otra cuadrilla (mejor otro cuadrante, ¿no?) que se
quedaron con nosotros, que nos alentaban y animaban, ¡que grandes! Por eso digo
que no se deben denominar “la otra cuadrilla”, porque otra cuadrilla se va a su
casa.
En definitiva, que no quiero hacer algo demasiado extenso,
pero si algo he aprendido en mis años debajo del Santísimo Cristo de la Conversión es que
ilusión + humildad + capacidad de sacrificio = costalero de la Conversión. Así de
fácil y así de difícil. Así de sencillo y así de complicado. Así de bonito.
El próximo año viviré cosas nuevas ya que tendré un hijo al
que poder ir inculcándole que con ilusión, humildad y sacrificio se pueden
conseguir la mayor parte de las cosas accesibles y que merecen la pena en esta
vida. Yo lo he aprendido debajo de Él con todos ustedes y con nuestro capataz
como máximo exponente. Gracias.
Nos vemos pronto. Que ya es hora.
Un abrazo, Mané Amores
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